Una entrevista de trabajo puede ser un reto tanto para las personas candidatas como para quienes seleccionan talento. Sin embargo, con una buena preparación y un enfoque estratégico, pueden convertirse en una gran oportunidad para encontrar la mejor conexión profesional. A continuación, exploramos los errores más habituales en ambos roles y cómo evitarlos para lograr una entrevista productiva y exitosa.
Errores en una entrevista de trabajo de la persona candidata
- No prepararse lo suficiente
Investigar a la empresa, su sector y sus desafíos es clave. No basta con leer su página web; es importante comprender su cultura, valores y posición en el mercado. También es recomendable ensayar respuestas a preguntas típicas y preparar ejemplos concretos de logros y experiencias. - Descuidar el lenguaje corporal
La comunicación no verbal influye tanto como las respuestas. Evitar el contacto visual, cruzarse de brazos o moverse en exceso puede transmitir inseguridad o desinterés. Adoptar una postura relajada pero firme y utilizar gestos naturales ayuda a proyectar confianza, así como cercanía y profesionalidad. - Respuestas vagas o demasiado largas
Contestar sin precisión o extenderse demasiado puede hacer que el mensaje se pierda. La técnica STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) es una herramienta útil para estructurar respuestas claras y efectivas con ejemplos concretos. - No hacer preguntas
La entrevista es una conversación, no un monólogo. Hacer preguntas sobre el equipo, los objetivos y retos del puesto o las expectativas de crecimiento demuestra interés y proactividad.
Errores en una entrevista de trabajo de la persona entrevistadora o headhunter
- No definir bien el perfil del puesto
Ofertas ambiguas o genéricas pueden atraer a personas que no encajan con la necesidad real. Es fundamental detallar e la entrevista de trabajo la misión del puesto, las tareas y funciones, las responsabilidades, competencias clave, cultura de la empresa y objetivos a largo plazo. - Crear un ambiente de entrevista demasiado rígido
La entrevista no debe parecer un interrogatorio. Un entorno amable y profesional permite que la persona candidata se relaje y muestre su potencial real. Usar un tono de conversación fluido y preguntas abiertas ayuda a conocer mejor sus habilidades y personalidad, así como el encaje con la empresa y el puesto ofertado. - No investigar previamente a la persona candidata
Llegar a la entrevista sin haber revisado su perfil, experiencia y conocimientos puede hacer que la conversación se sienta impersonal y poco estructurada. Con una preparación adecuada, se pueden formular preguntas más relevantes y detectar aspectos diferenciadores.
Lo que no se debe preguntar en una entrevista de trabajo
Algunas preguntas, además de ser poco éticas, pueden ser ilegales en muchos países. Entre ellas:
- Estado civil o familiar: «¿Tienes hijos?» o «¿Piensas casarte pronto?»
- Edad o fecha de nacimiento: Salvo que sea un requisito legal específico, no debería ser un criterio de selección.
- Orientación sexual: Irrelevante para el desempeño laboral.
- Creencias religiosas o afiliaciones políticas: No tienen relación con la capacidad de la persona candidata para desempeñar el trabajo.
Si en una entrevista surgen preguntas de este tipo, se tiene derecho a no responder o redirigir la conversación hacia experiencia y habilidades.
Conclusión
Tanto personas candidatas como las personas que se dedican a la Selección de personal tienen un papel clave en el éxito de una entrevista. Evitar estos errores y centrarse en una comunicación clara, profesional y respetuosa puede marcar la diferencia en el proceso de selección. Con una buena preparación y una actitud abierta, las entrevistas pueden convertirse en una experiencia enriquecedora para ambas partes.
